"(...)Ahora comprendo que me equivoqué. Creí saber lo que era querer y amar, y me conformé. Creí comprender que el amor se convierte en rutina y que la magia no persiste más que un breve espacio de tiempo. Creí que la vida era simplemente sobrevivir, y conformarte con un par de sonrisas, sin brillo en la mirada. Creí que las cosas puede que cambiaran a mejor siempre que no faltara el trabajo y la salud. Omití el amor, el cariño, la magia, la pasión, la ternura, el coraje, las ganas, el subidón, la complicidad...
Y me equivoqué.
No puedes renunciar a la magia porque es lo que mueve tu engranaje diario. El resto es sólo sobrevivir. No puedes saber lo que es amar hasta que se te rasga el alma cuando la persona que amas se aleja. No sabes lo que es la pasión hasta que los besos te consumen por dentro, no sabes lo que es el amor hasta que comprendes que tu vida no es vida si no estás con esa persona, esa única persona que ha nacido para ti, que siente como tú, que te busca, que te encuentra y que pone ese brillo en tu mirada todos y cada uno de los minutos que le tienes a tu lado.
Me alegro de haberme equivocado. Quizás ahora sepa seguir el camino correcto... (...) " .
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